Por: Alejandro Vallejo Torres
SABOR
Una tarde mágica, de
esas que Medellín sabe regalar. Los 30 grados centígrados de las tres de la
tarde. El viento ofrecido por la llanura dentro del valle. ¿La playa? Ahí
estaba; y, a la vista de todos, el escenario que le regalaría una playa a una
ciudad sin mar.
FOLCLOR
Como bien lo sabe hacer
esta ciudad: inspirarse en sus orígenes, divertirse con sus cimientos y
enloquecerse con su tradición. ¿Los ritmos? Todas aquellas mezclas que hicieran
mover, saltar y sentir;
combinando los compases de los sonidos más vanguardistas a nivel mundial con
esa música que de vez en cuando sonaba en el escenario y que hacía vibrar a
cada uno de los asistentes.
COLOR
El arcoíris que se veía
en el terreno lleno de colores. Luces: para embellecer todas las fotos que se
tomaban y para decorar cada uno de los espacios. Sonido: se sabe que el sonido
tiene un color; aquí, la prueba en todos sus tonos. Personas: y cómo no, cada
personalidad, diferencia y singularidad que realzaban la belleza de cada
asistente. ¿Moda? Imposible pasarla por alto: los colores de temporada fueron
los que más resaltaron… Primavera/verano: la temporada de hermosos matices que
decora a Medellín los 365 días del año; incluso, ese día que la playa se
transporta de forma automática a este valle y hace que se sienta el sabor del
mar.
Fotos: Manuela Gómez Walteros #TeamFM
#LaSolar #LaPlayaSinMar