#DataCenterChanel: reflejos del cambio

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Como es costumbre, Karl Lagerfeld ha sorprendido al mundo con su escenario para presentar la colección Spring/Summer 2017 de la maison Chanel. Esta vez, el Gran Palais de París se convirtió en un centro de información, en una base de datos llamada el #DataCenterChanel, y los primeros looks en pisar la pasarela fueron dos trajes de tweed, icónicos, pero las modelos que los usaban llevaban en su cabeza y en sus extremidades, armaduras futuristas, las muy bien llamadas CocoBots; el complemento perfecto para este gran escenario que hace una oda a la era tecnológica en la que estamos sumergidos.

Esto demuestra, una vez más, que la mente creativa de Lagerfeld va más allá y que como Director Creativo de una de las casas de moda más importantes en el mundo debe mantenerse vigente, tomando elementos vanguardistas e introducirlos a su firma de moda pero sin perder su esencia. Y es que, el tema de moda y tecnología es algo inherente al mundo actual, cada día se desarrollan y se ponen en práctica tanto proyectos como estrategias que involucran la tecnología con la moda. La impresión en 3D, los lavados y estampados digitales que ayudan el medio ambiente, el diseño y prueba de vestuario en las pantallas, las tiendas que se pueden visitar desde la web con una mirada de 360º y un pensamiento marketero netamente digital, que hoy por hoy invade las naves principales de las marcas alrededor del mundo.

Lo de Chanel no es más que una representación, un reflejo de lo que vive la moda y el mundo hoy. Somos pequeñas dosis de información que van por el mundo, con nuestros comportamientos, nuestras formas de consumo, nuestros gustos, nuestras selfies y nuestros likes en las redes sociales. La moda se tiene que permear de lo que pasa en el ámbito digital para poder entender a sus consumidores y darles lo que necesitan, tanto es así que las temporadas y las formas de presentar las colecciones empiezan a cambiar y a crear una disrupción en los calendarios de las fashion week.s El mundo va a una velocidad incontrolable y es ahora cuando las marcas que aún no han cambiado su chip tradicional deben hacerlo, o sino, se quedarán en el olvido.