Los shows de Alta Costura son el momento perfecto para revitalizar ese amor por la moda y por todo lo que esta conlleva detrás. La magia, el dramatismo y el cuidado del detalle con el que se construyen las colecciones Couture de las casas de moda más afamadas a nivel mundial, se ponen cada temporada sobre las pasarelas para ser observadas como obras de arte que van caminando. Entre la rapidez, la necesidad de cambio, de inmediatez y en la ebullición de un mundo 2.0, los detalles y la creación manual son puntos determinantes para seguir confiando en una industria que hace vibrar el corazón.

Esa magia y sensación de gozo que se genera con solo ver prendas sobre una pasarela es la que Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli, hicieron sentir con su colección Haute Couture Fall 2015, la cual, inspirada en Roma y su historia ancestral, hizo que una ovación de pie fuera la mejor manera de cerrar con broche de oro un desfile que además de presentar lo nuevo de la firma hizo alusión a los inicios no solo de la casa de moda fundada en Roma en 1959 por Valentino Garavani, sino  también de una ciudad que carga en su espalda historias alucinantes. 

La colección, teñida de negro -en palabras de los diseñadores, el matiz del negro da una solemnidad que imprime la oscuridad que sienten en la ciudad-, y con detalles sutiles de dorado es la perfecta impresión de una radiografía histórica de lo que ha sido Roma; las aureolas sobre las cabezas de las modelos, los cinturones delgados o los collares en oro, la inspiración en los gladiadores y guardianes, en las iglesias y las bibliotecas, la incorporación de las sandalias romanas, la túnicas y las capas en sedas, tul o terciopelo, todo un homenaje cargado de simbolismo para dejar claro no solo el origen de la maison sino también la fuerza que han ido tomando no solo en Roma, sino en el mundo entero.